martes, 12 de febrero de 2019

Jhay Cortez del anonimato al estrellato.


La historia del género urbano, está llena de letras prodigiosas, de composiciones que de una u otra manera han sido el motivo de inspiración para muchas vidas y aunque el tiempo no perdona y las manecillas del reloj no han de parar, hay temas que están predestinadas a permanecer en el tiempo

Aunque muchas veces no son reconocidos como lo merecen, detrás de los temas de moda, aquellos que hoy sacuden las pistas de baile de todo el mundo, se encuentra jóvenes soñadores aquellos que con tan solo una pluma son capaces de darle vida a historias de amor y desamor nunca antes contadas

Tal es el caso de Jesús Manuel Nieves Cortez o mejor conocido en la industria musical como Jhay Cortez, un joven de Rio Piedras Puerto Rico, que dentro de su catálogo musical, se encuentra haber sido el compositor de temas como: “Llama al Sol” para el mítico Tito El Bambino, “Mi Religión” para la Leyenda Viviente Yandel, Criminal para Ozuna y Natti Natasha, “Otra Cosa” para el Big Boss Daddy Yankee y “Ahora” para el Colombiano J Balvin.

Para el nacido en Rio Piedras Puerto Rico, crecer en un hogar donde el arreglo de las cuerdas daba origen a las melodías más sublimes y donde las metáforas se combinaban para darle vida a las historias de amor nunca antes contadas, marcaria, sin lugar a dudas, la personalidad de este joven compositor.

Dueño de un juego de Palabras, que nos transporta a terrenos desconocidos, Jhay, en poco tiempo, se ha convertido en toda una revelación musical, de aquellas que se ven cada 100 años.

Aunque la fama golpea con fuerza las puertas de su hogar y el éxito parece indomable, para el pequeño Cortez sus mejores recuerdos son aquellos que vienen junto a su infancia, época de su vida donde descubriría junto a su Padre su pasión por la música.

Aquella pasión que conocería, cuando aún era muy joven, cuando en un viaje familiar, a la cálida ciudad de Miami, su Padre lo llevaría a conocer por primera vez un Estudio de Grabación, desde ese momento su tendría otro sentido, impresionado por la magia que en él se vivía, el Pequeño Jhay no podía ocultar sus ganas por aprender más sobre el arte de la música, de la forma en que se estructuran las canciones, de la manera en que se daban vida a piezas de colección, su deseo era absoluto.

El Tiempo seria su mejor aliado, su deseo por convertirse en cantante se hacía más real, sus temas lo comenzaba a grabar en el radio de su hermana, sin imaginarse, que años después lo haría junto a los más grandes exponentes de la época.

Sus inicios no serían color de rosa, muchas veces sentía que cargaba un peso en su espalda que no podía con él, hasta que un día, su suerte cambio, Eddie Dee apareció en su vida, desde ese ese instante su historia fue otra.

Aquel histórico intérprete de Carolina, con sus sabios consejos y sus conocimientos de la industria de la música, lo llevaría a la cima del género urbano, situal que hoy disfruta con sus estatuitas de los Premios Grammy y el reconocimiento de la Asociación de Compositores Americanos.

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