En la vida hay ciclos que se abren y otros que están destinados a cerrarse, hay momentos dignos para enmarcar y otros que sencillamente es preferible olvidar y por más que las manecillas del reloj corran sin parar, siempre habrá algo que nos recuerde a ellos.
Aquellos que de una y otra manera marcaron nuestros primeros pasos, aquellos que determinaron nuestro futuro y que hoy tenemos que decir adiós y como si la vida fuera una historia que está compuesta por capítulos, hoy Juan David Castaño debe comenzar a escribir el suyo propio.
Por largos años, el pequeño Juan, como le dicen cariñosamente sus amigos vivió un sueño grupal, del cual no quería despertar y por el cual dedico gran parte de sus días, aquellos que solo giraban alrededor de Piso 21, su familia.
Como si fuera, una decisión fácil tomar, este joven soñador, un día, dejo que sus emociones marcaran su camino, para comenzar a vivir un sueño propio, aquel que tantas noches había soñado con conquistar y por el cual tenía mucho porque andar.
Aunque la despedidas suelen ser dolorosas y algo traumáticas, para Llane decir adiós, no es más que decir un hasta luego, es tomarse un tiempo, es respirar un aire nuevo, aquel que por mucho tiempo no había tenido la oportunidad de disfrutar.
Motivado por vivir una nueva aventura, por conquistar nuevas metas, por experimentar nuevos horizontes, Llane llegara a una compañía, donde estrellas de la talla de Camila, Yuri, Sin Bandera, Reik, Carlos Rivera, Natalia Jiménez, Manuel Turizo, Pandora, Laura Pausini habían logrado brillar, Westwood se había convertir ido en su nueva casa.
En su corazón siempre habrá un espacio especial para Piso 21, su segundo hogar, su casa y por más que haya momentos en que no los deje de extrañar sabe que en el fondo esta decisión, sin lugar a dudas cambiara su vida.
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