martes, 1 de septiembre de 2020

Danny Ocean Un exilio exitoso.


La vida de Daniel Alejandro Morales Reyes, ha estado marcada de momentos dignos de admirar, de circunstancias que en algún momento de sus días, lo llevaron a desprenderse de sus raíces, de situaciones, que causaron en él, sentimientos de dolor y frustración, de instantes, donde el destino parecía darle, una segunda oportunidad

Nacido en la ciudad, donde las majestuosas de las montañas se confunden con la profundidad del cielo, donde el sonar de las aves se une al vibrar de los carros, donde los edificios se mezclan ante la magia de la naturaleza, Daniel Alejandro Morales Reyes, crecería, en la imponente y controversial ciudad de Caracas.

Proveniente, de un hogar, donde el amor por el mundo de las artes, se haría presente, desde sus primeros momentos de vida, Daniel, crecería, entre las prosas de su Madre y la melodías de su Padres, en una aventura por las ciudades.

Por momentos, en el industrial país de Japón, en otros, ante las cristalinas y caribeñas aguas de San Vicente y las Granadinas y en algunos en las extensas llanuras de África, Danny, crecería, en un mundo de diversas culturas.

Amante de la Libertad y la igualdad de los géneros, Danny, pasaría su adolescencia, entre las clases de Diseño Gráfico y el estudio de grabación que tenía en la intimidad de su cuarto. Creyente, de que los sueños solo dejan de ser sueños, a partir del momento que uno comienza a trabajar para ello, este joven de mil batallas, viviría uno de los momentos más duros que ha tenido que vivir la población venezolana, en los últimos 100 años.

Ante la mirada de un sistema que parece predominar los intereses de unos pocos sobre los de la mayoría, Danny, dejaría la comodidad de su hogar para enfrentar en las calles a un gobierno, donde los derechos parecen ser un periódico de ayer.

Con una chaqueta sobre su espalda y una camisa como mascara, Danny pasaría varios años, entre bombas y protestas, aquella que lo llevarían a tomar la difícil de decisión, de abandonar sus raíces, en busca de nuevas oportunidades.

Radicado en Miami, desde hace varios años, Daniel, combinaría sus tareas diarias del trabajo con la realización de su tan anhelado sueño, aquel por el cual, tantas madrugadas en su cálido cuarto en Caracas había dedicado.


Con un estilo único, de aquellos que es difícil de comparar, Danny alcanzaría en el 2016 el tan anhelado estrellato, su tema “Me Rehusó”, una canción que narra una historia personal, de un joven que en medio de una conflicto civil, se ve obligado a tomar la difícil decisión de dejar en su país, al amor de su vida, aquel que con el cual tantas sueños había soñado con alcanzar.

Sencillo que serviría de preámbulo para el lanzamiento de su tan esperado álbum, que llevaría por nombre 54+1, en alusión al número de su apartamento, aquella donde bajo los sabios consejos de su Padres comenzaría a dar sus primeros pasos.

Inspirado en un concepto visual novedoso, 54+1 emplea la técnica de la abstracción geométrica como un medio para trasmitir emociones, aquellas que se pueden sentir en cada canción.

Compuesto por un total de trece de trece canciones, donde la mayoría de ellas, ya tenían más de seis años desde su creación, Danny apuesta por una propuesta fresca, aquella que va dedicada al amor, a la vida, aquellos momentos que nos desvuelven las ganas de soñar y luchar.

La producción musical en el Género Urbano siempre ha sido un tema de alianzas: Don Omar tenía a Dj Eliel, Tego tenía a Luny Tunes y J Balvin tiene a Infinity; pero Danny solo tiene a Danny, para la producción y para la vida y así se ve en su nuevo disco.

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