El género urbano está lleno de historias de superación, aquellas que de una u otra manera marcaron en su momento la vida de los artistas que hoy son aclamados por millones y aunque hoy la fama golpea con fuerza las puertas de su hogar y su nombre aparece en los principales escenarios de todo el mundo hubo momentos donde pensaron que la música no era lo suyo.
Tal es la historia de Juan Carlos Ozuna Rosado, un joven nacido en Ponce Puerto Rico pero con raíces dominicanas que desde temprana edad tuvo que sortear los golpes de la vida, a perder cuando aún muy niño a su Padre producto de un impacto por arma de fuego sin poder refugiar el dolor en su madre, una mujer con marcados problemas personales y económicos que llevarían a este sonriente infante a vivir parte de su infancia en el hogar de su abuela.
A pesar de tener una infancia con profundas limitaciones y carencias familiares, nada impedirá que este joven soñador luchara por el anhelo al cual quería dedicar cada uno de sus días, fue ahí, que a la edad de los doce años comienza a componer sus primeros temas, aquellos que desde sus inicios iban influenciados por el sonido urbano, aquel muy presente en las calles de su natal Puerto Rico.
Bajo el nombre musical de JOZ, Ozuna comenzaba a dar sus primeros pasos en la música, aquella que lo apasionaba desde muy chico, camino que no sería fácil, en sus inicios. en más de una ocasión pensar a un lado su pasión pero en algo en el fondo le decía que tenía que seguir insistiendo.
Fue ahí, como un día llega a su vida un tema que cambiaría su día a día, Ocasión se había convertido en un himno mundial, al punto de llevarlo a pisar los escenarios más importantes en el viejo continente, el éxito comenzaba a sonreír para este aguerrido luchador, aquel que en algún momento no se cansó de luchar.
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