Transcurría el año 2011 y en todas las emisoras de radios sonaba “Escápate Conmigo”, no había un rincón del territorio Colombiano donde el verso “Escápate conmigo donde nadie nos vea No importa que tu novio a ti te ponga pelea” no se escuchara, el éxito, era notorio y aquel joven soñador que se crio en medio de una familia humilde, entre las veredas del popular Barrio Manrique de la ciudad de Medellín comenzaba a saborear las mieles del éxito.
Aquellas que llevarían a Andrés Felipe Zapata Gaviria, como es su nombre de pila, a protagonizar llenos totales, aquellos donde las boletas se agotaban mucho antes que fueran anunciadas, su impacto musical comenzaba a traspasar fronteras.
Su nombre era anunciado junto al de los más grandes exponentes de la música urbana, sus videos eran tan frecuentes como los noticiarios en Colombia aunque para Wolfine, el éxito parecía estar a sus pies, su vida un día cambio.
Aquella prominente estrella, que desfilaba por las alfombras, de los más prestigiosos Premios en la industria de la Muisca latina, entre llamativos Bling Bling oro y costosos trajes de Versace comenzaría a ver ante sus ojos como la fama era un tema del pasado.
Aunque aún era muy joven y su talento era un don innegable, para el nacido en Medellín las cosas no comenzarían a salir de todo el bien, sus temas no pegaban con la misma fuerza en las emisoras de radio, sus presentaciones comenzaban a ser escasas, su presencia en redes sociales era lejana, su conexión con el público había desaparecido y por mas intento que el ex integrante de Kafeina hacia por mantener su nombre a flote, todo parecía ir en su contra.
Es así, luego de mucho intentarlo que se ve condenado a tomar un receso musical, aquel que lo llevaría a recorrer diversos países, en busca de una nueva oportunidades, aquella que llegaría 10 años después.
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