Las calles de Carolina, no solo han sido testigo del crecimiento de grandes exponentes, sino también del nacimiento de movimientos que nacen del sentir de las barriadas, aquellas que alejadas de la armas y la violencia drenan sus emociones, sus realidades a través de la música.
Aunque en el mundo de la música todo parece estar permitido, hubo un movimiento que a mediados del 2013 desafío el género, por sus irreverentes letras cargadas de contenido social, y su crítica hacia lo comercial, Freestyle Manía era una sensación.
De aquel movimiento emergió, Miguel Ángel Rivera Rodríguez o mejor conocido por sus fanáticos como Miky Woodz, un exponente con un look bastante particular que en poco tiempo, gracias a su capacidad para hacer del rap el lienzo donde podría hacer inolvidables obras de arte, se ganaría el corazón del público.
Desde sus primeras improvisaciones, Miky demostraba que el rap en español era lo suyo, sus versos eran el arma donde podría desafiar a sus adversarios y aunque su talento era innegable, sus letras cargadas de rudezas, muchas veces eran el impedimiento para que su música sonara en todas las radios. Fue así cuando abatido por la censura comenzó a fusionar el Rap con el Trap, para darle un sonido más comercial a su propuesta.
Desde ese día, su carrera comenzó a crecer, su música no solo se escuchaba en las barriadas de Puerto Rico, sino también en las principales radios en Puerto Rico y los Estados Unidos, el éxito comenzaba a tocar las puertas de su vida.
Con ello las colaboraciones no se hicieron esperar, exponentes de la nueva escuela querían unir sus voces con este chico malo pero algo faltaba a su vida, fue ahí cuando una tarde recibe la llamada de Wisin para hacerle una propuesta, de la cual no podía rechazar.
El Interprete de “Como Antes” y ganador de un centenar de Premios en la industria de la música, quería que Miky formara parte de su nuevo álbum, Los Campeones del Pueblo, una producción que lo llevaría a la tan anhelada internacionalización.
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