Don Omar contra la corriente.

Desde su aparición, por primera vez en los escenarios, William Omar Landrón Rivera, siempre se ha caracterizado por ser un rebelde sin causa, de aquellos que son capaces de ir contra la corriente cuando se trata de conseguir un sueño.

Con un estilo único para interpretar cada tema, Don Omar, no solo ha logrado convertirse en el Rey del Reggaeton, sino llevar su voz a géneros como la Salsa, El Merengue, Funk, Dancehall, Rap, mambo, Bachata y hasta la música electrónica, haciendo de este un artista totalmente versátil.

Para el nacido en Villa Palmera, Puerto Rico, en el seno de un hogar de clase humilde, el ser rebelde le ha permitido alcanzar el éxito, sino fuera por ello hoy formaría parte de una pandilla o ya estaría muerto como muchos de sus amigos.

La Rebeldía del Hijo de Toñita, no solo se ha visto reflejado en su comportamiento, sino también en su carrera, donde el intérprete de “Pobre Diabla” ha sido un pionero a la hora de experimentar con nuevos sonidos, aquellos que no obedecían a la moda para la época.

En una industria musical donde parece reinar lo que está de moda, los sonidos que venden, ser irreverente tal vez sea una condena para cualquier artista.

A lo largo de su carrera, Don Omar, ha demostrado que su música, no obedece a patrones, ni a sonidos definidos, ni a ritmos de moda, sencillamente es una expresión del alma y así lo han sabido valorar sus fanáticos.

Para este 2019, Don Omar prepara su regreso a los escenarios, con su tema “Ramayama”, un Reggae Root donde el interprete de “Bandolero” narra su experiencia con el Cannabis.