Mau y Ricky contra las sombras.

Crecer en un hogar donde el arreglo de las cuerdas daba origen a las melodías más románticas y donde las metáforas se combinaban con las historias de amor nunca antes contadas, marcaria, sin lugar a dudas, la personalidad de Mauricio y Ricardo.

Dos jóvenes soñadores venezolanos, que tendrían la dicha de crecer, bajo la guía de un gran maestro, su Padre Ricardo Montaner. Un Reconocido cantautor de origen Argentino que haría de Venezuela, no solo su centro de operaciones, sino su hogar para el resto de sus días.

Para Mau y Ricky, crecer junto a su Padre, ha sido más que una bendición, ha sido la oportunidad de conocer en él, un ser maravilloso, tanto dentro de los escenarios, como fuera de ellos, donde la mayoría de las veces han logrado estar con él.

Aunque su primer guía, su primer maestro, su primer compañero de producción, siempre fue El, para el mundo de la música, no solo basta, con ser el hijo de alguien reconocido, para poder brillar.

En esa búsqueda de lograr alcanzar un sueño, que se alejara de la fama de su Padre, Mau y Ricky comenzarían a labrar su propio camino, aquel del cual pudieran sentirse orgullosos.

Fue en ese instante, que impulsados por su amor por la música, que comienzan a escribir para otros artistas, sus letras eran el motivo de inspiración para estrellas de la talla de Thalía, Yuridia, Ricky Martin y Ednita Nazario y aunque sus nombres estaban en el anonimato, sabían que el tiempo era su mejor aliado.

Seria en el año 2017, que llegaría a su vida, un tema que le cambiaría cada uno de sus días, “Mi Mala”. Desde ese momento, comenzarían a dejar un lado la tilde de sus hijos de Ricardo Montaner, para escribir, con sello propio, una historia de superación y de éxitos.