Antes de hacer gala, de una colección de autos, que va desde un Mercedes Benz hasta el casual Roll Royce, antes de adquirir un reloj de la marca One of One valorado en 350 Mil Dólares, antes de exhibir su colección de joyas valorada en más de 3 millones de dólares, Enmanuel Gazmey Santiago, era un joven como cualquiera, en su natal Carolina.
Nacido en el seno de un hogar, donde la música, estaba al alcance de las manos, Enmanuel, crecería admirando a su Padre, un reconocido manejador musical, que representaría a la cadena Sony, en la isla del encanto.
Con la responsabilidad de expandir el mercado musical a otras plazas e impulsar a nuevos talentos latinos, José Gazmey, dejaría a un lado, su faceta como músico, para manejar la carrera, de exponentes, de la talla de Tempo, Son By Four, Elvis Crespo, entre otros y cuando todo parecía ser un cuento de hadas, los problemas comenzarían, aparecer, en un hogar, donde las carencias, parecían ser un periódico de ayer.
Separado de su gran pasión, la vida del papa de Enmanuel, comenzaría a cambiar, en un giro de 180 grados, aquellos lujos que en el pasado, eran capaz de darse, comenzarían a ser desplazados, por las cuentas por pagar.
Aquella familia, que entre lujos, su vida transcurría, comenzaría a vivir un verdadero infierno, las deudas, eran tales, que parte de su patrimonio, en ellas irían a parar, era un nuevo comienzo, una nueva forma, de hacer mejor las cosas.
En ese momento, Enmanuel, sentía que tenía que convertiste, en el proveedor de su hogar, que tantas oportunidades y felicidades, fue capaz de obtener.
Fue ahí, como, fue cuestión de tiempo y perseverancia, que aquel joven soñador, nacido un 27 de noviembre de 1992, se convertiría en una estrella de música urbana
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