La vida, de Diana Danelys De Los Santos o mejor conocida en el mundo del entretenimiento, como Amara La Negra, ha estado marcada, por momentos, donde todo parecía estarlo perdido, por instantes, donde el cielo, parecía, estar tan cerca que se podía tocar con el solo estirar de las manos, por sueños que llegan y desilusiones que se van, su vida ha sido un verdadero libro, lleno de sorpresas.
En el medio de las necesidades:
Proveniente, de un hogar, donde las necesidades estarían presentes, en sus primeros momentos de vida, Diana, llegaría a la vida de Ana, como una verdadera bendición del cielo.
Proveniente, de un hogar, donde las necesidades estarían presentes, en sus primeros momentos de vida, Diana, llegaría a la vida de Ana, como una verdadera bendición del cielo.
Con un estatus migratorio preocupante y con un hogar que mantener, la Señora Ana, combinaría hasta tres trabajos, para no solo darle qué comer a su soñadora hija, sino para asegurarle un futuro prometedor, lejos de la pobreza y la falta de oportunidades.
Oriunda de Republica Dominicana, la Madre de Amara, pasaría, la mayor parte de sus días, limpiando casas, cocinando y hasta vendiendo flores, para que la pequeña Amara, nunca le faltara nada.
Foto: Infancia de Amara la Negra |
Seria, en esa dura etapa de su vida, donde la pequeña Amara, conocería su mas grande pasión, aquella que pese a su realidad, no podía nunca dejar de pensar.
Nace, una estrella:
Con seis años, cumplidos y una larga vida por recorrer, aquella niña de cabellera abundante y una tonalidad de piel envidiable, comenzaría alternar sus clases en el colegio, con sus prácticas de canto, baile de actuación, aquellas, que sin pensarlo la llevarían, años más tarde al estrellato.
Con seis años, cumplidos y una larga vida por recorrer, aquella niña de cabellera abundante y una tonalidad de piel envidiable, comenzaría alternar sus clases en el colegio, con sus prácticas de canto, baile de actuación, aquellas, que sin pensarlo la llevarían, años más tarde al estrellato.
Dueña de una sonrisa, capaz de conquistar al jurado más exigente, poseedora de una personalidad, capaz de cautivar el corazón más helado, Amara, se coronaria, como Miss Chiquita, ciertamente que le abriría las puertas, hacia un futuro promisorio.
Con un reconocimiento, dentro de los medios, Diana Danelys, ingresaría a participar, noche tras noche, en el mítico, programa conducido por Don Francisco, Sábado Gigante, donde su personalidad, acompañada a una profunda disciplina, harían de esta travesía, el punto de partida, hacia un mundo lleno, de nuevas oportunidades.
Foto: Amara la Negra, junto a su idolo, Celia Cruz |
Con una proyección, envidiable, la vida de Amara, parecía cambiar, el dinero, ya no era un problema, su madre, había dejado, las largas horas de trabajo forzado, para dedicarse, acompañar a su soñadora hija y cuando todo era irreal, las malas jugadas del destino, lo derrumbarían todo, una persona cercana, le había arrebatado sus ahorros y con ello su capacidad de salir adelante.
Un nuevo fracaso, una nueva oportunidad:
Abatida, con el peso de una hipoteca en sus espaldas, ella y su Madre se verían obligadas a dormir en la calle, aquella, donde si te descuidas, podrías morir en ella.
Abatida, con el peso de una hipoteca en sus espaldas, ella y su Madre se verían obligadas a dormir en la calle, aquella, donde si te descuidas, podrías morir en ella.
En el asiento de su carro, sus noches en vela tendría que pasar, con la esperanza de su presente cambiar, siempre luchadora, siempre perseverante, siempre guerrera, Amara lograría, sortear las pruebas del destino, para hoy convertirse, en una estrella de fama mundial.
Dueña de un talento envidiable, aquel que es capaz de combinar con una exuberante belleza, Amara, ha logrado participar, como modelos en un sin número de videos, como participante de Mira Quien Baile, en Reality de la prestigiosa cadena VH1, como conductora en programa "A tacón quitao", de Mega Tv, junto a Alba Roversi y Marjorie Rubio, como cantante y modelo profesional.
Diana Danelys De Los Santos, es un ejemplo entre muchos ya acá le rendimos, un merecido homenaje.
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