La vida, está compuesta de grandes momentos y
de instantes que es preferible olvidar, de épocas, donde todo parece estar
nublado y donde las opciones de avanzar, son tan esquivas como inexistentes,
así como, de periodos, donde la gracia divina parece siempre estar a nuestro
lado, a pesar de las dificultades que en el camino se puedan cruzar.
Proveniente de un hogar dividido, por la
ausencia de recursos económicos pero tan unido, por el amor que puede sentir, un
padre hacia un hijo, Rebbeca Marie Gómez,
crecería, en una pieza de garaje, aquel espacio en la casa de sus abuelos, que
sería el lugar, donde sus primeros sueños, sus ilusiones, sus tristezas, sus
alegrías, sus triunfos, aflorarían, con el transcurrir de los años.
Pilar, de una familia que parecía
desmoronarse en pedazos, Rebbeca, llegaría a la vida de sus padres, para
iluminar cada instante de sus días, hasta de aquellos, donde la más cálida
mañana podría confundirse con la oscuridad de la noche.
Motivo, de los momentos más dulces en la vida
de sus progenitores, aquellos que no podrían creer, que esa niña de mirada
cautivante y de gracia divina, siempre luciera tan sonriente y optimista, a
pesar de la dificultad de sus días.
Con pequeñas participaciones, en comerciales
y doblajes para diferentes canales de televisión, la nacida en California un 2
de Marzo de 1997, encontraría en el mundo del entretenimiento, la mejor forma
de apoyar económicamente a sus padres, aquellos que se encontrarían desbastados,
luego de perder por deudas financieras, el hogar que por años habían
construido.
Entre papeles secundarios y comerciales para
diferentes marcas, Rebecca, comenzaría abrirse paso, en una industria tan
compleja como competitiva, con la ilusión, de sacar a sus Padres de la pieza de
garaje, hacia un hogar acogedor, aquel, donde nada faltare.
En medio, de la ilusión que causa ser el
impulso económico de un hogar, donde los recursos siempre faltaban, Rebecca,
tendría que padecer, los embates de una sociedad, que es capaz de discriminar a
las personas, por su color de piel, sus creencias religiosas, su nacionalidad y
su aspecto físico.
Objeto de diferentes episodios de Bullying,
aquellos que en algunos momentos pasarían de la ofensa verbal hacia la agresión
física, la más soñadora de los Gómez, se vería forzada en trasladar sus
estudios, en la escuela superior a la intimidad de su hogar, aquel, donde entre
cuatros paredes, no podrían llegar, esos incontrolables tormentos.
Atraída, por el mundo de la actuación, aquel
que llegara a su vida para ser su primera conexión, con los grandes escenarios,
Rebecca, comenzaría a participar, en diferentes programas de televisión y cortometrajes,
con papeles, donde mostraría, una y otra vez, que su talento era más que
innato.
Con papeles, como Claudia Gómez, en el cortometraje,
titulado “El Tux”, Nina en la película
de televisión “La estación de la Calle Olvera” para Discovery Channel, Becky,
comenzaría a despertar las miradas de una industria, sedienta de rostros
nuevos.
Reconocida, dentro del público latino, aquel
que valoraba su talento por encima de su nombre, Rebecca, comenzaría a
explorar, con el transcurrir de los años, una faceta desconocida para la
mayoría pero que causaba en ella, la mayor de las ilusiones, el canto.
La Música, llegaría a su vida para cambiar
por completo la rutina de sus días, para llenar de luz, los momentos más
sombríos, para llenar de amor, los instantes de mayor soledad, para llenar de
éxito, los días más opacos, para ser, de ella, el mayor orgullo de sus padres.
Entre acordes e Historias de amor, nunca
antes contadas, comenzaría a desarrollar su vida, con la ilusión de que en
algún momento de sus días, llegara a ella, una persona que valorada, la pasión
y compromiso, que ella dedicaba hacia cada melodía.
Sería cuestión de tiempo, para que aquella
adolescente que encontrara en las redes sociales, el lugar más propicio para
mostrar sus habilidades, alcanzara la oportunidad de su vida, aquella, donde el
canto, estuviese primero, antes que todo.
Con un pasado, en grupos, como GLAM y su
fallido dúo, con Cristal Guel, en B.C.G, Rebecca, encontraría en el reconocido
productor americano de ascendencia polaca, Dr. Luke, un padrino, a nivel
musical, aquel que podría llevar su voz, al lugar perfecto, aquel que siempre
soñó, con algún momento poder alcanzar.
Entre temas, como “Wish U Were Here”, del
cantautor australiano Cody Simpson, y «Oath», de la cantante inglesa, que saltó
a la fama cuando quedó en cuarto lugar en el programa internacional The X
Factor Cher Lloyd, Becky G, comenzaría a dar sus primeros pasos en su carrera,
aquella que encontraría en el género del Pop y en el idioma inglés, sus primeros
grandes aliados.
Con sus primeras canciones, sonando con
cierta frecuencia en las emisoras de radio, la nacida en la ciudad de Inglewood,
una de las más longevas de California, sería cuestión de tiempo, para que Becky
G, conectada con sus raíces, aquellas donde el género urbano, ocupaba los
primeros lugares de popularidad, en diferentes plazas de Latinoamérica.
Seria, a mediados del año 2015 que con motivo
de una una remezcla de su canción «Can't Stop Dancin'» con el colombiano J
Balvin, llegaría a su vida, un ritmo que cambiaría cada uno de sus dias.
Atraída, por el impacto que tiene la música
latina en la vida de las personas, por la diversidad de sonidos y acordes que
en sus piezas, forman parte, Becky G, comenzaria una aventura musical que
llevaría a un talento promisorio, del anonimato al reconocimiento mundial.
Hoy, cuando su nombre es motivo de
inspiración para sus Padres y fanáticos, Becky G, representa el ejemplo de un
latino, que se niega a morir, pese a las adversidades.
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