Venezuela es más, que mar, selva y montaña,
son 916.445 km², de gente trabajadora, de múltiples expresiones artísticas, que
datan desde la época de la colonia, de legendarias batallas y emblemáticos
héroes, aquellos que con sus espadas, forjaron el presente de una sociedad con
libertades, de paisajes inimaginables, aquellos que parecen haber sido sacados
de un cuento de hadas, de extensas llanuras que se pierden, ante la mirada
sublime del firmamento, de hermosas mujeres, aquellas que llevan con orgullo,
su más de siete coronas, de personajes legendarios, aquellos que con su aportes
han hecho del mundo un lugar mejor, Venezuela, es una tierra bendecida por los
Dioses, de música, color y sabor.
Perteneciente, a una generación de jóvenes
que crecerían escuchando los míticos versos, de un indomable Don Omar, la
capacidad de improvisación, de un temido Daddy Yankee, la visión, de un
recordado dúo, como Wisin & Yandel, Gustavo Alexander Ramírez Olivo,
crecería, en un mundo de melodías y de expresiones artísticas, aquellas que marcarían
sus primeros momentos de vida.
Nacido, en Caracas Venezuela, aquella ciudad
que es capaz de combinar la majestuosidad de una urbe con la imponencia natural
de un Cerro El Ávila, Gustavo, encontraría en el mundo de las artes, la profesión
a la cual, dedicar cada minutos de su vida.
Impulsado, por una industria televisa, en
pleno auge, el nacido, en el seno de un hogar de profundas creencias
religiosas, llegaría a la gran pantalla, en el papel de “Gustavo León”, en la
serie juvenil de su país, “Somos tu y yo”.
Como
personaje secundario, en la serie que protagonizaba Sheryl Rubio y Víctor Drija,
Gustavo, lograría ganarse el corazón de miles de fanáticos, aquellos que lo acompañarían,
en cada gira que el elenco realizaba, por el territorio nacional.
Serian
dos años, de continuo aprendizaje, de mágicos momentos vividos, de una conexión
especial, con ciertos de fanáticos, aquellos que gritarían su nombre, durante
cada presentación.
Alejado
del papel que había llevado a un joven soñador de la clandestinidad de los días
al reconocimiento nacional, Gustavo, comenzaría a replantearse, diferentes
cosas para su carrera, aquella que parecía despegar con la fuerza de un jaguar.
Ilusionado,
por hacer realidad su más preciado sueño, el nacido en Caracas, dejaría en el
pasado su faceta como actor, para aventurarse en el mundo musical, aquel que conocería
en sus inicios, durante su paso por la agrupación Cerbatana y que vería, en el Reality
Show, de Calle Ciega, su tan ansiada, gran oportunidad.
Como
integrante de una de las agrupaciones de mayor renombre en su país, aquella por
la cual habían emergido nombres como el de Chyno Miranda, Nacho, Luifer, Gabo
Marquez y Emilio Vizcaino, entre otros, Gustavo vivirá momentos de ensueños,
aquellos que se terminarían, con un anunciado adiós.
Siguiendo
los pasos, que en algún momento tomaron Jesús Alberto Miranda Pérez y Miguel
Ignacio Mendoza Donatti. Gustavo y su compañero Sixto Reynaldo Rodríguez Dorta,
dejarían la agrupación, para formar uno de los dúos, más importantes en la
Historia de la música Venezolana.
Bajo
el nombre de “Gustavo y Rein”, los ex integrantes de la agrupación Calle Ciega,
tendrían como norte, tomar el legado dejado por dúos, tan icónicos como,
Servando y Florentino, Franco y Oscarcito y los mismos Chino & Nacho, en
tiempos, donde los binomios, no parecían ser tan comunes.
Con temas
como “Me Voy del Party”, “Como te amo yo”, “Tú no te vas”, “Quisiera decirte”,
estos dos jóvenes soñadores, lograrían apoderarse de los listados musicales de
su país, aquel, donde sus canciones, eran el motivo de inspiración de las
historias de amor y desamor, de miles de jóvenes y cuando todo parecía, ser un
cuento de has, una inesperada separación, llegaría a sus vida.
Transcurria
el 14 de Enero del año 2014 y en los diferentes medios de comunicación en
Venezuela, se encontraba reflejada la noticia, de la repentina separacion de
Gustavo y Rein.
Con lagrimas en los ojos, envueltos en una nube de mensajes de fanáticos tristemente afectados, el dúo que se formo, a mediados del año 2010, decía adiós, en medio de una gran expectación. Por caminos separados, tanto Gustavo Ramirez y Rein Rodriguez, comenzarían a vivir una nueva faceta en sus vidas, aquella donde su exitoso pasado, parecía ser la condena de su futuro.
A la
sombra de su pasado, Gustavo Ellis, comenzaría a trabajar, un sin número de
proyectos, entre ellos, su tan ansiado, primer álbum,
Lanzado,
al mercado a mediados del año 2014, con un total de 11 temas inéditos, el artista
venezolana, plasmaba todos sus sentimientos, en cada tema, aquellos que pese a
contar con la producción de destacados productores internacionales, parecía, no
emular sus éxitos del pasado.
Solitario
por momentos y en otros, algo acompañado, sería cuestión de tiempo, para que
Gustavo se reencontrara, con su compañero de aventuras, aquella persona, con la
cual edificaría un anhelado sueño.
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