A lo largo de la Historia, la industria de la
música, ha sido testigo del nacimiento de nuevos talentos, aquellos que han
emergido, desde los lugares más remotos, hasta las ciudades más pobladas,
aquellos que han nacido, en diferentes épocas y momentos de la humanidad,
aquellos han enamorado a miles de fanáticos en todo el mundo y otros que
sencillamente han sido capaces, de levantar la bandera de protesta, ante las
adversidades de un sistema, que predomina los intereses de unos pocos, sobre la
gran mayoría.
Nacido, en la cálida ciudad de Panamá,
aquella metrópoli que combina la majestuosidad del Océano Pacifico con la
imponencia que genera la cuarta ciudad más poblada de América Central, Humberto
Ceballos Boza o mejor conocido por su nombre artístico El Boza, es un joven
soñador, de aquellos que pasa la mayor parte de sus días, imaginándose, una y
otra vez, como seria, conquistar con su voz, el corazón de miles de fanáticos
en medio de la algarabía.
Proveniente de un Hogar donde los lujos eran
tan escasos como inexistente, el pequeño Humberto, encontraría en el futbol, el
medio para poder salir de la pobreza, aquella tan presente, desde su primer
minuto de vida.
Admirador de la visión de juego de un mítico Luis
Ernesto Tapia, del olfato del gol de un legendario Julio Cesar Valdés, de la
habilidad con el balón, de un diferente Jorge Dely Valdés, de la capacidad
goleadora de un recordado Roberto Brown, el menor de los Ceballos, transcurría
su infancia, entre las canchas de futbol y sus estudios, en la escuela pública
de su barrio.
Enamorado del mundo del balompié, aquel
deporte que despertaba en él, la mayor de las pasiones, el nacido en la ciudad
de Panamá, haría de todo para que su realidad cambiara, sin imaginarse que la
vida, el destino, Dios, tenía deparado para él, otro camino.
Desilusionado por ver, como el primer sueño
que tuvo en su niñez, se le comenzaba a ir de las manos, sin poder hacer nada
para cambiarlo, Humberto, encontraría en la música, la vía de escape para cada
uno de sus problemas, hasta de aquellos que afectaban sus más profundos
pensamientos.
Ofreciendo sus primeros conciertos, encima de
una refrigeradora vieja, aquel joven que creciera entre los versos de un
emblemático Rubén Blades, comenzaba a dar muestras del talento que se escondían
en sus cuerdas vocales,
“Cantar
no era algo que estaba en mis planes a futuro; yo quería ser futbolista, pero
por escasos recursos no se podía. La música surgió porque pasó de un amigo a
otro. Me escuchaban en esquinas y fue en mi primera presentación, que fue
bastante sencilla, cuando le comentaron a Faster (Dj y productor musical) sobre
mí. Él me introdujo en la música desde el día cero y hasta el sol de hoy somos
lo que somos, gracias a él”,
Desde ese momento todo fue claro: la música
era lo que quería hacer y es algo que trae en la sangre, debido a que su
bisabuela le cantaba cuando era solo un niño, pero la espinita por el fútbol
nunca se ha esfumado, al contrario, se ha mantenido intacta.
Seria a mediados del año 2015 que el público
Panameño conocería a El Boza, con el tema “Canelas”, la canción que marcaría el
punto de inicio de una carrera que hoy traspasa fronteras.
Convirtiéndose en el primer artista panameño
en ser firmado por Sony Music, el nacido en Ciudad de Panamá, lanzaría a
mediados del 30 de Julio del 2020, su primer álbum, bajo el título de “Más
negro que Rojo”
Conformado por un total de 14 temas, donde
ritmos desde Dancehall, R&B, Esencia del Reggaetón y elemento provenientes
del Pop se harían presente, El Boza, escribiría un antes y un después en su
carrera, aquella donde su éxito “Hecha pa mi”, hoy es una sensación en las
plataformas digitales
Bien por el Boza, yo admiro su música y me gusta, ahora admiro su historia.
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