Hay exponentes que son tan mediáticos como
talentosos, Hay Cantautores que son más marketing que voz, Hay artistas, que
son más talento que apariencia, Hay intérpretes que parecieran estar destinados
hacia el estrellato y otros que sencillamente las cosas parecen no dársela y
aunque el mundo de la industria es una ruleta rusa dependiendo del azar, hay un
momento, hay un tiempo para que una voz, pueda del anonimato el cielo
conquistar.
Nacido, en un popular caserío de Puerto Rico,
aquel donde el sonido de las balas podría apagar los sueños más puros, aquel,
donde la pobreza se podría sentir a kilómetros de distancia, aquel, donde los
lujos eran tan improbables como inexistentes, Joyce Fransue Santana Febres,
mejor conocido en el medio musical como Joyce Santana, encontraría en el mundo
de la poesía, de la música, la mejor forma de expresar su más recónditos
pensamientos, aquellos que con su timidez, no era capaz de expresar en público.
Atrapado en un mundo de versos y de mensajes
seductores, el pequeño Joyce,
encontraría en su libreta, la mejor forma de expresar lo que no era capaz de
decir con su boca, de ahí nacería sus primeros temas, aquellos que grabaría en
un improvisado micrófono de una computadora de escritorio, sin imaginarse, lo
que está por venir, en su vida.
Emocionado, por escuchar su voz sobre un
ritmo, Santana, no dejaría de escribir, y aunque su obsesión por la música
nunca disminuyó, durante un período se centró en la poesía. Sin embargo, cuando
un amigo que hacía ritmos le sugirió que llevara sus poemas al estudio,
rápidamente volvió a entrar y todo empezó a encajar. Fue por esa época, me
dice, en 2011, que comenzó a dejarse crecer el cabello. Un día, cuando estaba
retocando sus locomotoras y enviando un mensaje de texto a un amigo sobre la
música en la que estaba trabajando en la casa de un amigo en Carolina, un tipo
entró con un chip en el hombro. Tratando de calmarlo, Joyce le mostró algo de
su música; lo detuvo en seco. “Se fue y regresó con algunos ritmos”, relata
Santana. Unos días después, estaba en el estudio con Young Martino, conocido
ahora por producir el omnipresente mego éxito "Te Bote", y hasta el
día de hoy es uno de los colaboradores más frecuentes de Santana.
Con una habilidad para escribir tan innata
como el respira, en cada mañana, Joyce Santana, iniciaría un camino, que hoy lo
ha llevado a ser protagonista de juntes explosivos, como “Only Fans”, “Malas
Mañas”, “Pensabas”, “Vicky Remix”.
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