Muchas veces detrás de carros de lujo, exuberantes mujeres, llamativos Bling Bling de oro, mansiones de ensueño, se esconden historias de superación, anécdotas que algún momento marcaron el destino de los que hoy son los ídolos de millones y aunque hoy la fama golpea con fuerza las puertas de su hogar, en algún momento tuvieron que salir de su zona de confort en la búsqueda de un sueño.
Tal es el caso José Álvaro Osorio Balvin o mejor conocido mundialmente como J Balvin, al cual la vida no todo el tiempo fue color de rosa, desde temprana edad le toco crecer en una ciudad donde la violencia estaba presente todos los días, donde las noticias en su mayoría giraban en torno carro bombas y con ello la pérdida de vidas de inocentes a merced del Narcotráfico.
Aunque desde hace varios años Medellín ha sido galardonada como la ciudad más moderna del mundo hace décadas la ciudad que vio nacer el Reggaeton en Colombia era caos y destruccion, en parte por la influencia que el peor de los capos en la historia del Narcotrafico a nivel Mundial Pablo Escobar tenia sobre la capital de Antioquioa.
Toda esa realidad impactaría en la vida de muchos Colombianos que a pesar de crecer en un clima de violencia lograrían con esfuerzo y perseverancia cambiar esa esa realidad en un giro de 180 grados.
Hoy el intérprete de “Machika” recuerda con lágrimas en los ojos lo que fue crecer en ese ambiente tan crudo, pero a la vez le llega la satisfacción de ver como ahora la realidad es otra.
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