Martina la Peligrosa de los coros al estrellato.

Nacida en el Carito, uno de los corregimientos con mayor desigualdad social del departamento de Córdoba, Marta Liliana López Llorente, siempre fue una niña diferente, de aquellas que le gustaba comunicar sus ideas.

Siempre muy curiosa y observadora de los pequeños detalles, Martica, como le dicen cariñosamente sus amigos, siempre fue una niña irreverente, de aquellas con la cual era fácil desenvolverse, habilidad que sin saberlo, años más tarde, le abriría las puertas del mundo del entretenimiento.

Con una habilidad innata para trasmitir sus ideas, Marta coincidiría con la revolución digital, aquella donde un centenar de jóvenes usarían las bondades de las plataformas digitales para darse a conocer.

Bajo el nombre de “Lecciones de Cordobés”, Marta, abordaría, de una forma jocosa, la terminología y la forma de expresarse de sus coterráneos, siendo esta una propuesta atrapante y aunque el éxito parecía tocar las puertas de su hogar, para que aquella niña que creció en el seno de un hogar humilde, algo parecía faltarle a su vida.

Es en esa búsqueda, de ser completamente feliz, que llegaría a su vida, una propuesta que cambiaría cada uno de sus días, la de ser cantante. Para Marta la música, siempre habido sido su pasión, aunque en no lo hubiese, tan si quiera intentando, sus deseos de triunfar habían sido enormes.

En los nombres de Adriana Lucía, Carlos Vives, Alberto Plaza, conocería la música, detrás de la voz de artista principal, en su rol como corista.

Faceta, donde pasaría varios años y con la cual, hasta hace unos años había sido, para comenzar su propia aventura musical.