Transcurrirá el verano del año 1984 y la provincia de las Piedras, ubicada en la costa oriental de la isla de Puerto Rico, se preparaba, sin saberlo, para el nacimiento de uno los exponentes más versátiles, que el género urbano ha tenido la oportunidad de conocer, Danny Fornaris.
Nacido en el seno de un hogar, donde la música era el calmante para agobiar cada una de las penas, Danny, desde muy pequeño, desarrollaría una conexión mística con los sonidos, aquellos que descubriría al sonar, de sus juguetes, produciendo las melodías que para él, eran las más sublimes.
Su conexión por la música, parecía algo innato, solo sería cuestión de tiempo, para que este aventurero adolescente, viera en ella, la profesión, a la cual, quería dedicar cada uno de sus días.
El tiempo iría pasando y aquel niño que creciera entre los instrumentos musicales, de la compañía de sonido de su Padre, Tony Fornaris, comenzaría a ver con otros ojos, el arte de hacer de melodías, memorables notas musicales.
En la medida, que su sonido se iría desarrollando los éxitos comenzarían ir llegando a la puerta de su casa, artistas de la talla de Voltio, Tego Calderón, Calle 13 y el mismo Rey Don Omar, se comenzaban a interesar en su trabajo.
Productor del primer disco de Calle 13, aquel que lo sido acreedor de varios Premios Grammy, responsable de éxitos como “Jangueo”, “Rx” y “Blue Zone”, “Good Looking” de Don Omar, Danny comenzaría a ser toda una referencia en el género urbano, por su sonido, cargado de matices electrónicos, aquellos que difícilmente alguien podría, sin tan siquiera imitar.
Aunque el viento parecía soplar a su favor y contaba, no solo con el respeto de un género entero y de una industria discográfica, para el nacido un 16 de junio de 1984, algo faltaba en su vida.
Seria durante el año 2011, que en el medio de los estudios de grabación del Orfanato de Don Omar, en la ciudad de Nueva York, que aquel versátil y extrovertido productor, comenzaría a explorar una faceta, desconocida hasta los días., la de cantautor.
En ese mismo año 2001, saldara su primer tema, bajo el nombre “Estoy Enamorado”, una canción cargada de una letra que nos invitaba a vivir el amor, de la forma más inocente y sutil, todo un éxito para la emisora.
Desde ese momento, su forma de hacer música cambio, aquel joven que nos cautivaba con ritmos urbanos cargados de matices electrónicos, dejaría a un lado la sensualidad para transportarse a un sonido alternativo, aquel que podría llegar a otras generaciones.
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