La música urbana, está llena de grandes voces, aquellas que han logrado derrumbar la xenofobia y el machismo del pasado, para comenzar a escribir, con nombre propio, una nueva Historia, en el mundo de la música latina.
Perteneciente, a una generación de artistas que han empoderado a la mujer, a través de sus letras, en tiempos de modernidad, Gloria Emilse Martínez Perea o mejor conocida como Goyo, comparte, junto a nombres como Natti Natasha, Karol G, Farina, Cardi B, Becky G, Mariah, Rosalia, Anitta, el mismo sueño, llevar sus canciones, a lugares, donde la razón, ni el idioma, son un impedimento.
Heredera, del legado musical de una tal Martha Ivelisse Pesante, Goyo, no solo no solo ha logrado vencer la pobreza, aquella tan presente en el Choco, sino también a las críticas sociales, culturales y raciales que puede originar, su color de piel o su etnia social.
Dueña de una voz, capaz de desplazarse con facilidad por cualquier tonada musical, la nacida, en uno de los departamentos de mayor desigualdad social de la geografía colombiana, representa la esencia, de la mujer afroamericana, aquella que luchar y batalla, por darle un mejor futuro a los suyos, aquella que se levanta, desde temprana horas de la mañana, contra todo pronóstico, para hacer de cada día, la mayor inspiración de su vida.
Embajadora, de las causas más nobles, aquellas que parecen ser invisibles, ante tantos problemas cotidianos, Gloria, es un verdadero volcán de emociones, aquellas que son capaces de erupcionar, cuando la maldad, la injusticia o la desigualdad se hacen presentes.
Proveniente de un hogar, donde la figura materna, representaba ser más que madres, Goyo, desde pequeña vio que la vida no era fácil. Lo vivió a través de su madre y sus tías, un ejército de matronas que se encargaron de amarla y ‘de sacarla adelante, sin importar que para eso tuvieran que irse de Condoto.
Con esa misma templanza, Goyo ha cantado lo que ha querido, como ha querido y donde ha querido. Ha cumplido con su grupo cada sueño que se han propuesto y ya firmaron con una disquera tan grande como Sony, después de haber recorrido un camino de autogestión.
A sus 32 años de edad, Gloria Emilse Martínez Perea, es una voz distinta, a lo que predomina en el género.
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