A lo largo de la Historia, Puerto Rico, ha
sido testigo del nacimiento de nuevas estrellas, aquellas que han emergido,
desde los lugares más remotos, hasta las ciudades más pobladas, aquellos que
han nacido, en diferentes épocas y momentos de la humanidad, aquellos han
enamorado a miles de fanáticos con sus majestuosas voces y otros que sencillamente
han sido la voz, para aquellos que no tienen voz, la isla del encanto, es una
verdadero paraíso de Dioses.
Nacido en un popular caserío Garabo, Puerto
Rico, Isaac Ortiz o mejor conocido por su nombre artístico como iZaak, es un
joven soñador, de aquellos que se levantan desde temprana hora de la mañana, en
busca de la conquista de un sueño, aquel que por muy lejano que este parezca,
no resulta imposible, cuando se quiere de verdad.
Proveniente de un hogar, donde la palabra del
señor estaría presente desde sus primeros minutos de vida, Isaac, con el transcurrir
de los años, desarrollaría una conexión única con el mundo de la música, aquel
que encontraría en las canciones de un Romántico Luis Fonsi, en el Romance de
un inconfundible Obie Bermúdez, en la versatilidad de un Ricky Martin, sus
primeros referentes musicales, aquellos que comenzaría a imitar en el pequeño espejo
de su cuarto.
Atraído por el género de la Balada, Isaac, comenzaría con el apoyo de su Padres a
participar en diferentes concursos de talentos, en su ciudad, en su barrio, en
Puerto Rico, aquellos donde su prominente voz y expresión corporal, lo llevarían
a ser el ganador del popular Festival Star Kids Fest, donde representaría a la
Isla del Encanto en léxico.
Con un morral lleno de sueños, con una larga
de lista de metas por cumplir, aquel adolescente, de tan solo 14 años edad, veía
como su carrera se comenzaba a encaminar de gran manera, al punto de recibir
diferentes propuestas, entre ellas la de participar en la agrupación juvenil “Los
Mennores”.
En compañía de Jan, Kukie, Kianni, Steven Joe,
Isaac comenzaría a vivir sus primeros pasos en el mundo de la música, aquellos
que vendría en temas como “Enamórame
Quiero”, “No apagues mi Luz”, sus primeros hits en su carrera.
Ilusionado por el impacto que estaba viviendo
en su carrera, aquella que parecía despegar como el viento, el nacido en el
seno de un hogar, con profundas carencias económicas vería como todos esos
sueños, esas metas, ese estilo de vida, se esfumaría en tan solo un segundo, al
desintegrarse la banda de la cual formaba parte.
Alejado de sus compañeros, por más de tres
años, iZaak, encontraría en Elías De León presidente de White Lion Records, más que un
manejador, un padre, aquel capaz de escuchar cada pensamiento que en su cabeza
rondaba hasta de aquellos de los cuales no era capaces de contar, ni a sus
propios padres.
Bajo los consejos de una leyenda como Elías, iZaak, comenzaría a explorar un mundo de
sonidos, de melodías que iban desde la tonada más romántica hasta de aquellas
que pudieran ambientar la discoteca más visitada, un mundo comenzaba abrirse
ante sus ojos, sin el mismo imaginarse lo que estaba por venir.
Diferente
en un mundo de iguales, único, en un universo de talentos repetidos, iZaak, haría de las redes sociales, la
plataforma donde poder hacer gala de su talento, aquel donde su capacidad para
darle vida a historias de amor y desamor, lo harían ganarse un espacio, dentro
de un público sediento de talentos, distintos.
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