La Historia de la música, no solo está llena
de grandes cantautores sino también de grandes compositores, aquellos que con
sus plumas, son capaces de transformar simples melodías, en verdaderas obras de
arte y aunque, en muchas oportunidades, su rostro no tenga la misma repercusión
que la que poseen los exponentes de moda sus letras, son su mejor carta de
presentación.
Autor, de temas inolvidables como: “Tusa” de
Karol G, “Hawái” de Maluma, “Los Consejos” de Greeicy, “Tiempo pa olvidar” de
Abraham Mateo y Becky G, “Sigue con el” de Arcángel, en compañía de Sech junto
a canciones más actuales como: “Mala Costumbre” de Manuel Turizo y Wisin &
Yandel, “Tan Bonita” de la agrupación Piso 21, “Monotonía” de J Álvarez, “Ma’ G” de J Balvin, ”Qué Lástima”
ChocQuibTown & Sech, “Nubes Negras” Anuel AA, Kevyn Cruz o mejor conocido en la industria musical como Keityn, es tan solo un joven
soñador, de escasos 23 años de edad, que ha logrado en poco tiempo, posicionar,
cada una de sus composiciones, en las voces de los artistas del momento.
Dueño de una forma de escribir que nos recuerda
los desenfrenados versos de un mítico Pablo Neruda junto a la elocuencia de un
recordado Gabriel García Márquez, el nacido en la cálida ciudad de Cali pero que
paso la mayor parte de su juventud, en la tranquila y leal provincia
Palmira,
encontraría en la música, la profesión, a la cual dedicar, cada uno de sus
días.
Proveniente de un hogar, donde los lujos eran tan escasos como inexistentes, donde las
oportunidades de progresar eran limitadas por la cantidad de
ceros que podrías tener, en la cuenta, Kevyn, antes
de convertirse, en el compositor del momento, viviría momentos de los cuales,
no desearía que nadie más los viviera.
Admirador de la visión de juego de un
melenudo Pibe Valderrama, de las acrobacias de un atrevido Rene Higuita y la de
la fuerza y determinación de un aguerrido Freddy Rincón, Kevyn Cruz, ingresaría a las divisiones menores de un
club de su ciudad, con la ilusión de poder llegar a la primera División.
Con una habilidad con el balón tan admirable
con los míticos regates de un internacional James Rodríguez, Kevyn, enfocaría sus primeros momentos de vida, al
Futbol, aquel deporte que despertaba en él, la mayor de las pasiones.
Ilusionado por llevar su nombre a la Selección
Colombia, el más soñador de los Cruz, lo daría todo por hacer realidad su más
preciado sueño, aquel que encontraría en una tenebrosa enfermedad, la peor de
las condenas.
Diagnosticado con enfermedad de Perthes, afección
que modifica la articulación de la cadera y el crecimiento del hueso de la
cabeza del fémur, Keityn, se
vería obligado a abandonar su primer gran amor.
Co
el corazón hecho pedazos, el nacido en Cali, encontraría en la escritura, la
mejor forma de drenar sus frustraciones, sus sueños, sus amores, sus vivencias,
sin que nadie pudiera cuestionarlo, en ese momento de su vida, la música, llegaría
a su vida, para ser no solo una forma de respiro, sino su tabla de salvación ante
una realidad compleja para un adolescente de su edad.
Alejado
de sus estudios en la escuela pública, aquellos a los cuales se vería obligado
a abandonar, debido a la grave crisis económica que vivía su hogar, Kevyn, realizaría
diferentes trabajos, en busca de una mejor ayuda para sus Padres.
Serian
a través de un regalo de ellos, que Kevyn,
encontrara la profesión a la cual dedicar cada uno de sus días, aquella que contaría
en la persona de Juan Camilo Vargas de JC Entertainment, su primer gran mentor
y amigo.
Entre
una montaña rusa de emociones, aquellas donde las puertas se abrirán y cerraban
sin que él pudiera hacer nada, pasaría sus primeros momentos de vida musical,
aquella a la fecha de hoy, todo es un cuento de hadas.
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